¿Las marcas japonesas quieren dejar de competir?

Toyota GR010 Hybrid hypercar en las 24 Horas de SPA (WEC), 2022.

Campeonatos como la Fórmula 1, WEC, IMSA o MotoGP pierden a los fabricantes japoneses.

Las marcas de coches japoneses (y motos también, claro está), parecen perder poco a poco ese gusto por la competición que tanto ha caracterizado a la nación nipona desde hace décadas. Honda abandona la Fórmula 1, Toyota es la única que resiste en Le Mans, WEC e Imsa, Suzuki se va de MotoGP, al igual que lo hizo hace años Kawasaki...

¿Qué está pasando? ¿De dónde viene este éxodo de fabricantes? Afirmar que la competición es un saco roto es erróneo, porque las cifras abalan a multitud de fabricantes. Si tienes presencia o vences en un gran campeonato, vendes más tu marca y tus modelos. Eso es evidente.

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Sin embargo, esta huida progresiva parece estar convirtiéndose en una norma general. La sorpresa de Honda en F1 y de Suzuki en MotoGP abre la puerta a que de un día para otro, nos encontremos con más toallas en el suelo. Y la explicación, siendo sinceros, no es nada sencilla.

Categorías que crecen, mientras los japoneses se retiran

Motos de Suzuki (Alex Rins) y Repsol Honda (Marc Márquez) en el GP de Francia, 2022.
Motos de Suzuki (Alex Rins) y Repsol Honda (Marc Márquez) en el GP de Francia, 2022.

Team Suzuki MotoGP

La Fórmula 1 aumentó sus espectadores en 2021 en un 4% respecto a 2020, con un crecimiento interanual de más del 50% en países como Estados Unidos. Lo mismo pasa con el WEC e IMSA. Los campeonatos de resistencia encaran unos años maravillosos, en los que gracias a la nueva normativa de hypercars, aterrizarán Ferrari, Lamborghini, Porsche, Audi, Cadillac, BMW, Peugeot y otros tantos más.

Quizá MotoGP y WSBK no sales bien paradas en ritmo de crecimiento, pero es innegable que poseen una sólida base de aficionados que apoyan a pilotos y marcas de todo el mundo. Sin ir más lejos, la globalización mediática ha llegado incluso al TT Isla de Man 2022, que se emitirá en directo por primera vez en su historia.

Max Verstappen delante del Ferrari de Charles Leclerc, GP de Miami, 2022.
Max Verstappen delante del Ferrari de Charles Leclerc, GP de Miami, 2022.

Red Bull Racing

Pese a esto, las marcas niponas de mayor importancia que dicen adiós ahora de alguno de los grandes campeonatos del mundo son Honda y Suzuki, que se unen a Mazda (que abandonó IMSA en 2021), Mitsubishi y Subaru (que ya no poseen presencia en el WRC o el Dakar) y Kawasaki (que abandonó MotoGP en 2009 después de una mala época tras el fin de las motos de 500 cc).

Los últimos bastiones orientales en competición recaen sobre Toyota con su hypercar GR010 Hybrid, Honda en MotoGP con la RC213V 2022 y en Yamaha con la YZR-M1 de la misma competición. Equipo con el cual, por cierto, Fabio Quartararo venció en MotoGP en 2021 al igual que Max Verstappen hizo lo propio con el motor Honda de su Red Bull en F1.

No, no es una cuestión de triunfos. Todas las compañías se han adentrado en los circuitos (o en la tierra del desierto) y han salido victoriosos en alguna ocasión durante los últimos años. Esto va más allá, y puede que un cambio de paradigma y que Toyota tengan la culpa.

Un conglomerado alrededor de Toyota

Lexus Electrified Sport, concepto eléctrico del sucesor del Lexus LFA.
Lexus Electrified Sport, concepto eléctrico del sucesor del Lexus LFA.

Lexus

Desde 2018, Toyota se propuso aunar las capacidades e ilusiones de diversos fabricantes para impulsar la industria japonesa entorno al desarrollo de nuevas tecnologías y coches eléctricos. La empresa EV C.A Spirit es la encargada de ello, y fue fundada por Toyota, Mazda y Denso en 2017.

Toyota posee la mayoría de participaciones, pero la joint venture tiene bajo su paraguas a Mazda, Daihatsu, Subaru, Hino, Suzuki y Yamaha. Entre todas, actualmente se encuentran tanto investigando tecnologías eléctricas como alternativas de combustión. Véase el bloque V8 de hidrógeno, cuyo proyecto está liderado por la propia Yamaha.

Mitsubishi, Honda y Kawasaki están en órbita, e incluso esta última ya colabora en proyectos relacionados con las células de hidrógeno del conglomerado. Nissan está en otro mundo, aunque su precaria situación podría ser aprovechada por el resto en alguna maniobra futura.

Toyota y Lexus presentan una enorme gama de coches eléctricos para 2030

Todo esto sucedió al tiempo que Toyota y Lexus se preparaban para presentar, como hicieron hace unos meses, su parrilla de coches eléctricos para 2030 con las baterías de estado sólido como bandera. Diseños modernos que prometen ser completamente funcionales y que dejaron al mundo con la boca abierta.

Parece que, de momento, la competición ha pasado a un segundo plano para todos. Algo se está cociendo en oficinas, despachos y laboratorios. Quizá los japoneses no le ven futuro a las normativas actuales y están esperando el gran golpe sobre la mesa a partir de 2030. O quizá son coincidencias... Quién sabe. Habrá que esperar.