¿Son los Ford Mustang V8 de segunda mano el elixir de la eterna juventud?
El Ford Mustang es el deportivo más vendido del mundo y no es de extrañar: es espectacular a nivel estético, su nombre es un mito entre los coches americanos, cuenta con un arsenal de caballos bajo el pedal derecho y su precio está al nivel de más de un compacto diésel. Ahora bien, si quieres todavía mejorar el rating felicidad/precio, te recomiendo que eches un vistazo a los Ford Mustang V8 de segunda mano.
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En España no hay una oferta demasiado grande, por eso he decidido echar un vistazo en otros mercados: la conclusión es la misma. Por un precio que ronda los 20.000 euros puedes comprar un Ford Mustang V8 de ocasión, con el excelente motor V8 de cinco litros que Ford lanzó a finales de 2010 para intentar plantar cara al Chevy Camaro. Como te decía, la versión más recomendable el Ford Mustang V8 5.0 Ti-VCT de 420 CV: ese motor es una maravilla. Lamentablemente, como te decía, la oferta en España es muy pequeña para ese motor y, si eres un simple mortal como yo, el precio de la gasolina puede llegar a importarte más de la cuenta.
Pero en otros mercados europeos, como el alemán, la cosa cambia: por unos 20.000 hay varios ejemplares disponibles y hay que reconocer que por el precio de un Volkswagen Golf diésel pelado tienes un coche que, aunque en cuanto a calidades y equipamiento no es nada del otro mundo, sí es un coche más emocionante cada vez que hundes el pedal del acelerador a fondo. En ese momento, el rugido del motor V8 hará que la sonrisa florezca en tu cara casi sin querer. ¡No te digo nada si cruzamos el charco! Allí los precios parten en torno a los 15.000 dólares, ¡¡unos 12.000 euros!!
Además, hay que tener en cuenta que es un coche muy fiable. Seamos sinceros: yo no lo consideraría como un auténtico deportivo para pasar un buen rato en un tramo de montaña, para eso sería mejor algún utilitario deportivo como un Volkswagen Polo GTI o incluso un Seat León Cupra. Pero el Ford Mustang es un coche realmente interesante: imagen muy potente y una bomba bajo el capó a un precio difícilmente resistible. ¿El precio de la eterna juventud?
