Motor V8 S65 del BMW M3 E92: ¿Odiado o querido?

BMW M3 GTS E92

El BMW M3 E92 fue el último de la saga con un motor atmosférico, aunque con una configuración muy extraña. Odiado y querido a partes iguales, ¿por qué?

El BMW M3 E92 es un coche realmente icónico. Tanto en esa versión estándar como en el M3 GTS, que es uno de los grandes iconos de la marca en los últimos años. Sin embargo, debido a su motor de gasolina, ha sido odiado y querido a partes iguales.

¿Cómo es esto posible? Bueno, lo primero es dejar claro que los aficionados a BMW son algunos de los más puristas del mundo. Y la marca siempre ha tenido esa concepción. Un pensamiento que ha supuesto (y supone) un problema en estos últimos años de revolución y renovación de sus coches deportivos o de los SUV.

BMW M8 Competition 2023 frente al BMW Serie 8 de 1997

Volviendo a los clásicos, hay que remarcar que los BMW M y más concretamente los M3 siempre tuvieron motores de combustión de aspiración natural. La generación M3 E30 usó un 4 cilindros en línea y pronto apareció el M3 E36 con su 6 cilindros. Una estela que siguió el M3 E46 aumentando la potencia e introduciendo la querida versión CSL.

Lo mismo pasó mucho antes con el BMW 3.0 CSL o los BMW M5, que en la década de los 2000 usó un espectacular motor V10 atmosférico derivado de la Fórmula 1. Hay muchos ejemplos, pero la cosa comenzó a cambiar y el BMW Serie 3 de la generación E92 fue el punto de inflexión.

¿Motores BMW turbo o atmosféricos?

BMW M3 e92 segunda mano

La presión de la historia de los deportivos de BMW era enorme. El BMW E92 M3 debía ser atmosférico, pero los bloques de 6 cilindros habían llegado hasta su límite con esta configuración para la tecnología que BMW manejaba en aquel momento. Y a ello había que sumar las normativas anticontaminación y que sus rivales contaban con motores turboalimentados muy solventes.

¿La solución? Ambas opciones. Para empezar, nació el BMW 335i con un motor N54 de 6 cilindros en línea biturbo de 3,0 litros. Desarrolló 306 CV y 400 Nm de par máximo con opciones de caja de cambios manual y automática. Una unidad de potencia que es conocida como el 2JZ europeo, porque aguanta mucho más de lo que nos proporciona de serie.

Ese vehículo fue la antesala de los BMW M modernos. Sin embargo, el motor de BMW elegido para el M3 de aquella generación fue el S65 en formato V8 atmosférico de 4,0 litros. Capaz de subir hasta las 8.400 rpm y de generar 400 CV y 400 Nm de par.

Un sonido y un tacto diferentes para un coche que no era radicalmente superior al 335i, que estaba naturalmente limitado. Y aunque hubo voces que clamaron a favor de los 6 cilindros, la respuesta para la próxima generación (si se quería conservar esa amada configuración), era simple: adiós a los atmosféricos.

Así que, en cierto modo, el BMW M3 E92 fue un sacrificio en favor del cambio de paradigma que sufriría el BMW M3 F80 que nació pocos años después. Y mientras tanto, esos motores V8 se reservaron para vehículos menos "controvertidos" como el BMW M8 o los SUV deportivos del fabricante.