Tres razones para comprar un coche automático y una que no
Disfrutas engranando marchas, ¿verdad? Pues vengo con tres razones por las que comprar un coche automático y una que no que te harán replantearte muchas cosas... O no, pero al menos sabrás por qué no siempre lo mejor es el cambio manual.
Hay muchos coches, de hecho, que serían peores si no te los pudieras comprar con cambio automático, pero no vamos a entrar en detalles si no a analizar los motivos generales por los que merece renunciar a jugar con la palanca…
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El primer motivo por el que merece la pena comprar un coche con cambio automático es porque habitualmente suele ofrecer más. Por ejemplo, en el supuesto de que quisieras la opción más potente del Genesis G70, con el V6 de 370 CV, solo podrías optar la transmisión automática de ocho marchas. En el caso contrario, tendrías que elegir el motor de cuatro cilindros con 255 CV. Así que sacrificar potencia por un cambio manual no siempre tiene sentido...
La segunda razón por la que debes comprar un coche con cambio automático o de doble embrague es porque las transiciones en este caso suelen ser mucho más rápidas. Así que si disfrutas buscando los mejores tiempos en la pista de carreras, optar por comprar un coche con cambio manual será hacerlo por un coche más lento, por ejemplo.
Por tanto, en tercer lugar podríamos decir que hay ocasiones en las que comprar un coche con cambio automático es mucho más divertido... (aunque siempre hay excepciones: está claro que un Porsche 911 GT3 manual, por ejemplo, no te decepcionará, ¿cuál es el mejor cambio automático del mercado?). Por tanto, todo dependerá de lo que busques, aunque por regla general, es probable que con la transmisión manual sientas tu coche algo más soso.
Además, si optas por un cambio manual tendrás que renunciar a ese confort en tráfico que muchas veces sí tienes con el automático y lamentablemente, no siempre podrás encontrar el total potencial del control de crucero adaptativo.
Sin embargo, y aunque en ocasiones tampoco sea la opción más eficiente, piensa que en temas económicos el automático también tiene un talón de Aquiles: por regla general, el mantenimiento de una transmisión automática suele ser más caro, así como las cinco averías del cambio automático que pueden darse. Sin embargo, con el paso de los años la fiabilidad de estas está aumentando y finalmente, termina pesando más lo positivo.
