Dicen los que entienden que los motores de los coches esconden igual o más belleza que los vehículos en sí. Para comprobarlo, vamos a hacer un repaso a nueve motores que, por diferentes razones, han pasado a ser historia de la automoción. Hay todo tipo de marcas y potencias, así que ponte cómodo que arrancamos...

1. Alfa Romeo V6

En producción desde 1979 hasta 2005, el 'Busso V6' destaca por su larga e histórica vida, su ruido gorjeante y por los tubos de entrada cromados que le dan la apariencia de una especie de criatura marina robótica que acecha bajo el capó y emite encantadores ruidos. Un placer cuando hay que abrir el capó, que en un Alfa nunca está tan lejos…

2. McLaren F1 BMW V12

La lámina dorada que refleja el calor. La viga delicadamente mecanizada que atraviesa la abertura. Las cámaras de admisión de carbono del V12. Y los tubos de escape en forma de órgano. El motor diseñado por Paul Rosche del McLaren F1 es obviamente asombroso, con un bloque limpio pero imponente ubicado en medio de las joyas. El compartimiento del motor es un placer para la vista. 

3. Ferrari 250 Testa Rossa V12

Para competir en el Campeonato Mundial de Automóviles Deportivos de 1957, se prohibieron los motores de más de 3,0 litros. Ferrari empleó el V12 'Colombo' con sus distintivas tapas rojas de levas en cabeza (de ahí testa rossa - cabeza roja), que desarrolló unos saludables 300 CV.

Y con esos seis carburadores Weber de doble cilindro sonando en el medio, también era un motor de aspecto icónico, además de dar un gran rendimiento. 

4. Porsche 911 reinventado por Singer: DLS de seis cilindros

Tradicionalmente, el compartimento del motor del Porsche 911 es un poco decepcionante. Abrir la parte trasera de una 964 es como abrir la parte trasera de una vieja secadora. El último automóvil de la generación 992 no tiene ningún gubbin expuesto: sólo un par de ventiladores y una placa que indica la capacidad del motor.

Pero Singer hizo del motor de un 911 una obra de arte: todo el revestimiento de carbono, detalles anodizados y una insignia sutil para indicarle que el equipo Williams F1 ayudó a crear esta obra maestra de 9.000 rpm. 

5. Eagle E-Type Low Drag de seis cilindros en línea

En primer lugar, está la sensación de desabrochar ese voluptuoso capó con bisagras delanteras y levantarlo hacia el cielo para disfrutarlo al abrir. Luego está el impresionante momento de apreciación cuando ves lo que acabas de revelar: bloque pulido, cableado cuidadosamente dispuesto y un colector de fibra de carbono escandalosamente musculoso.

6. Pagani Zonda AMG V12 

Otro de esos coches donde el motor en sí es un cuadro, pero el espacio en el que habita lo hace aún más especial. Basta con mirar la suspensión expuesta, la desnudez del subchasis trasero y cómo ese travesaño encima del Mercedes V12 de 7,3 litros hace que parezca que el motor necesite una camisa de fuerza para evitar que salga disparado de la carrocería de carbono transparente.

7. Morgan V-twin de 3 ruedas

Sí, estamos haciendo un poco de trampa aquí. Si hasd bebido una taza grande de zumo de pedantería, podría argumentar que el motor del Morgan 3-Wheeler no es un motor de automóvil en absoluto: el S&S V-twin de 82 CV es básicamente un motor de motocicleta Harley-Davidson. 

Pero debido a que el vehículo de tres ruedas (a diferencia del Super3 actual con motor Fiesta) lleva su motor delante de la carrocería delantera, la expresión facial de ningún otro automóvil está tan encantadoramente influenciada por el motor que lo impulsa.

8. Lamborghini Miura V12

El Miura fue noticia por la ubicación de su motor: transversal y detrás del habitáculo. Pero si realmente te detienes y lo miras, es muy atractivo por derecho propio. Los carbohidratos cubiertos de gasa están tan cerca de la ventana trasera que se pueden admirar en el espejo retrovisor, hasta que eructan combustible en el escape caliente y su toro furioso se convierte en un filete medio cocido.

9. Cualquier V8 americano disfrazado

No podríamos elegir sólo uno para destacar aquí. Pero cualquier V8 americano personalizado (particularmente un bloque grande) que esté diseñado para impresionar con un mínimo de cableado desordenado y el interior del compartimiento del motor cuidadosamente pintado siempre luce tremendo. 

Todo ese espacio para trabajar también. No es de extrañar que los pilotos de carreras no pudieran evitar jugar con ellos hasta que el motor brotó del capó. Lo siento, capó.