¿Sueles ser presa fácil de los ataques de nostalgia? Prepárate: hoy traigo conmigo unos cuantos coches turbo de los 80 con los que te convertías en alguien importante... sólo con colocarte tras sus mandos. Y no: no encontrarás aquí monstruos del asfalto como la variante más salvaje del Porsche 911 de la época. Aquí nos hemos preocupado de reunir a lo mejor de cada casa y que cada casa podía tener en su garaje. Siempre que en el hogar hubiera alguien lo suficientemente petrolhead. 

Aquí tienes cómo podrías estar destrozando el turbo en autopista

Aunque no lo creas, hubo un tiempo en la que los turbocompresores no eran el pan nuestro de cada día: hace sólo un par de décadas -o tres, que ya voy para viejo- la simple idea de ver un Seat Ibiza equipado con una caracola mágica era algo totalmente inconcebible y una idea reservada sólo para la mente de alguien auténticamente perturbado. Justo como sucede ahora, ¿eh? Cada vez es más difícil encontrar entre los coches nuevos ejemplos con buenos motores atmosféricos... que han hecho perder a los turbados toda la gracia. ¿Te apetece llorar como cuando te hablé de los iconos GTI que marcaron una época? Empezamos.

Coches turbo de los 80 - BMW 2002 Turbo

Deja de mirarme así: sé perfectamente que el 2002 Turbo con el que BMW introdujo en el mercado europeo el primer modelo de producción con un bloque sobrealimentado no pertenece a la gloriosa década de los 80... pero sería tremendamente injusto no incluirlo entre nuestros elegidos. Con él empezó todo y abrió el camino para que otras marcas de coches se atrevieran a desarrollar aparatos tan locos como el suyo, capaz de erogar 170 CV y 240 Nm de par máximo que eran suficientes como para completar el 0-100 en 7,3 segundos y rodar por encima de los 200 km/h. A comienzos de los 70. Sí. 

Coches turbo de los 80 - Saab 900 Turbo

El segundo miembro de nuestros coches turbo de los 80 es el celebérrimo Saab 900 Turbo que, en realidad, nació en 1979. Con el paso de los años sus creadores fueron añadiéndole mejoras a la receta que lo convirtieron en un auténtico unicornio en su momento y terminó pasando de los 145 CV con los que comenzó su andadura a los 188 que podría entregar su versión con culata de 16 válvulas, capaz de firmar un 0-100 de 8,5 segundos con una punta superior a los 200 km/h. 

Coches turbo de los 80 - Ford Escort RS Turbo

Seguimos avanzando en esta espiral de locura y diversión y llegamos a 1984, el año que vería nacer a dos juguetes caracolizados de lo más interesante: el primero de ellos es el conocidísimo Escort RS Turbo de Ford que, partiendo de un modesto bloque de cuatro cilindros y 1,6 litros, desarrollaba nada menos que 132 CV. ¿Te parece una potencia muy normalita? Piensa que se trataba de un compacto deportivo creado en una época en la que ese concepto prácticamente no existía... y en que tenía un chasis incapaz de digerir la entrega de potencia. Sí, algo así como un Opel Kadett GSi. Pero con turbo y dos luces supletorias que no bajan segundos al crono pero aumentan la autoestima de cualquiera que los ve desde el volante. 

Coches turbo de los 80 - Peugeot 505 Turbo Injection

Y si el Escort era la cara conocida del año 1984, ahora pasaremos al tipo de incógnito: su nombre era 505 Turbo Injection, fue lanzado al mercado por los franceses de Peugeot y desde que puso sus ruedas sobre el asfalto quedó convertido en uno de los primeros sleepers de la Historia. Bajo su capó latía un corazón de 2,2 litros y 160 CV -200 en algunas versiones concretas- que enviaba toda su energía al tren trasero a través de una caja de cambios manual de cinco relaciones. Has leído bien: la firma del león tuvo entre sus filas una berlina de propulsión, turbo y de lo más discreta en los ochenta. Sé lo que estás pensando. Y coincido.

Coches turbo de los 80 - Renault Supercinco GT Turbo

Oh, sí: el ecuador de este ranking llega con uno de los automóviles más míticos de cuantos han recorrido nuestra maltrecha red de carreteras... con una leyenda negra que todavía hoy pesa sobre su nombre: ¿saltaba el turbo del Renault 5 al entrar en las curvas? La respuesta es no, como ya te habrás imaginado: lo que saltaban eran los dientes de sus conductores si no eran capaces de anticiparse a la briosa entrega de potencia de su motor cuando éste alcanzaba el régimen adecuado. El Supercinco GT Turbo de Renault apareció en 1985 y traía consigo un pequeño motor 1.4 que entregaba nada menos que 120 CV capaces de hacerle rodar por encima de los 200 km/h... y alcanzar los 100 en sólo 7,7 segundos desde parado. Quieres uno, ¿eh? Te deseo suerte. 

Coches turbo de los 80 - Fiat Uno Turbo

Otro de los coches turbo de los 80 que no podrían faltar en este listado es el Uno Turbo creado por Fiat en 1985: a pesar de contar con un bloque colocado en su parte delantera de sólo 1,3 litros, los ingenieros del sello italiano fueron capaces de extraer de él nada menos que 105 CV que, por si nunca has visto uno en vivo, resultaban tremendamente espectaculares. Gracias a su contenido peso era capaz de hacer el 0-100 en 8,86 segundos con una punta que acariciaba peligrosamente los 200... y un tacto de conducción tan juguetón que lo convertían en el aliado perfecto para pasar una divertida mañana en la montaña. Espantando cabras, eso sí. 

Coches turbo de los 80 - Porsche 944 Turbo

Te suena su silueta, ¿verdad? Durante años ha formado parte de una de las familias menos respetadas por los mal llamados puristas... que ahora empiezan a curar su ceguera a marchas forzadas como consecuencia de la estratosférica escalada de precios que han experimentado los nueveonce. El 944 Turbo de Porsche aterrizó en el mercado en 1985 para terminar de redondear una ya de por sí interesante gama y, gracias a la magia aportada por una caracola, era capaz de entregar 220 CV que le servían para parar el cronómetro en el 0-100 en poco más de seis segundos con una velocidad punta de 243 km/h. ¿Sabías que este artefacto fue el primer vehículo del mundo que erogaba la misma potencia con un catalizador instalado que sin él? Pues ahora sí. 

Coches turbo de los 80 - Audi 200 Turbo

Seguimos en Alemania para centrarnos en una de las berlinas más interesantes que tuvo en su catálogo la firma de Ingolstadt durante esta década -sin contar con el Quattro, claro-: se llamaba 200 Turbo, fue creado por Audi y gracias a un turbocompresor KKK instalado en un bloque de 2,1 litros y cinco cilindros era lo suficientemente solvente como para otorgar algo más de 180 CV al aplastar el pedal derecho, que te podía catapultar hasta los 100 km/h en 8,1 segundos con una punta de 230. 230. En serio. 

Coches turbo de los 80 - Volvo 480 Turbo

El 480 ha sido siempre uno de los modelos más rompedores lanzados por Volvo... y no sólo por traer consigo una variante turbo de lo más interesante: en 1986 fue el primer automóvil de tracción diseñado jamás por los suecos que, además, se atrevieron a darle unas formas de lo más atrevidas que incluían unos siempre espectaculares faros escamoteables. La versión más interesante estaba propulsada por un bloque de 1,7 litros con turbocompresor que entregaba 120 CV. Nunca fue un modelo demasiado exitoso. Pero hizo que el mundo empezara a ver a su marca con otros ojos. 

Coches turbo de los 80 - Toyota Supra Turbo

Y la guinda final de este listado la pone... uno de los coches japoneses más espectaculares de todos los tiempos: era conocido como Supra, su segundo apellido era Turbo y sin duda alguna se trata de uno de los modelos más especiales de Toyota -al menos hasta que podamos ver rodando el nuevo Supra-. Fue el colofón a una generación que vio sus días terminar a finales de los 80 y bajo su enorme capó delantero latía un bloque de tres litros con 238 CV. Te gusta su imagen, ¿verdad? Es imposible que tu respuesta sea "no". 

¿Te ha gustado el ranking con los coches turbo de los 80 que te he preparado? Es muy probable que ahora mismo te resulte prácticamente imposible leer esto porque tus ojos deben estar anegados por las lágrimas... pero piensa en esto: yo nací en 1989. Así que me perdí la oportunidad de verlos por la calle recién salidos del concesionario. No te consuela, ¿eh? A mí tampoco. Necesito unos minutos a solas. Por favor. ¡Ay!

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