La espectacular solución de marketing al fracaso del BMW M1: La Fórmula 1

BMW M1 Fórmula 1 Nelson Piquet

El BMW M1 fue concebido para participar en el Grupo 4 del Campeonato Mundial de Resistencia. Sin embargo, no llegó a tiempo y sus dos primeros años de vida fueron salvados... ¡Por la Fórmula 1!

Década de 1970, el nacimiento de la división BMW M. Un departamento de motorsport llamado a fabricar los coches deportivos más espectaculares de la marca alemana. Y para ello, se aliaron con Lamborghini con el objetivo de alcanzar la producción de 400 unidades necesarias para la homologación.

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De hecho, el BMW M1 con diseño de Giorgetto Giugiaro y una gran influencia de la marca italiana, tuvo serios problemas en su nacimiento. Su producción prevista en Sant'Agata Bolognese se paralizó por problemas judiciales y económicos de Lamborghini, así que BMW tuvo que ingeniárselas para sacar adelante el coche.

Las carrocerías se producirían en Italia, en las instalaciones de Italdesign. Y el montaje final del coche y toda su mecánica se realizaría en Baur, Stuttgart. Pero pese a los esfuerzos, no se alcanzaron las 400 unidades en 1978. El superdeportivo se iba a quedar sin competición. O no...

Un trato con Bernie Ecclestone y la Fórmula 1

BMW M1 Andy Warhol

Em 1972, Jochen Neerpasch fundó BMW Motorsport junto al piloto Hans-Joachim Stuck. Dos pilotos con una buena visión de las carreras y los negocios. Se encontró con el primer coche de su división, que había nacido para las carreras, sin posibilidad de correr.

Así que se reunió con Bernie Ecclestone, el magnate de la Fórmula 1, y le propuso un campeonato monomarca de apoyo a los fines de semana de F1. En estas carreras, multitud de pilotos particulares correrían entre sí junto a los cinco mejores pilotos de Fórmula 1 de los entrenamientos libres del viernes. Y Ecclestone aceptó.

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El resultado fueron dos temporadas, en 1979 y 1980, donde acabaron venciendo Niki Lauda y Nelson Piquet respectivamente. Y se utilizaron concretamente los BMW M1 Procar, una modificación del coche que se homologaría en las calles.

Contaba con un enorme parachoques delantero que albergaba un gran radiador, tomas de aire sobre el capó cercanas al parabrisas, aletas más anchas y un enorme alerón trasero. Además, su motor de 6 cilindros en línea atmosférico de 3,5 litros producía 476 CV de potencia.

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El bólido podía alcanzar más de 9.000 rpm y contó con un peso de 1.020 kg que le permitía acelerar de 0 a 100 km/h en 4,5 segundos. Una marca más que solvente para un coche que emocionó y entretuvo a los aficionados de la Fórmula 1 antes de las carreras.

Desafortunadamente, los retrasos provocaron que muchos clientes cancelasen sus pedidos y el objetivo de llegar a una producción de 800 unidades fracasó. En 1981 se fabricó el último de las 453 unidades del M1 y el bólido jamás tuvo un reemplazo. Pero pasó a ser instantáneamente un verdadero coche clásico muy cotizado.