Opinión: La Fórmula 1 debe perder el miedo al balance de potencia (BoP)

Aston Martin AMR24 de Fórmula 1 2024

El dominio durante años de Mercedes y Red Bull podría acabar lastrando gravemente a la Fórmula 1. Una disciplina con un miedo patológico al BoP (Balance of Performance).

La Fórmula 1 está pasando por un momento importante de tránsito. Y no está libre de polémicas, como el rechazo a Cadillac y Andretti para entrar en la competición en 2026. Algo absolutamente nocivo para la competición, como la enorme diferencia de rendimiento entre los diferentes equipos.

Alonso: "Hamilton puede aportar un poco más a Ferrari para luchar por el campeonato"

Por supuesto que debe premiarse el trabajo de las escuderías, sus ingenieros y mecánicos. En el Campeonato Mundial de Resistencia (WEC), grandes marcas como Toyota o Porsche han ganado precisamente por eso. Salvo por un pequeño detalle: el balance de potencia.

Este BoP (Balance of Performance) es una práctica extendida en resistencia y que, actualmente, se centra en aumentar o disminuir el peso de los vehículos dependiendo del desempeño que tengan. Aunque también se han realizado ajustes de cantidad de combustible inyectado o limitación de energía eléctrica en el caso de los hypercars con un tren de potencia híbrido.

El BoP podría salvar el espectáculo de la Fórmula 1

GP de México de Fórmula 1

El gran problema del BoP en la Fórmula 1 es solamente uno: el dinero. Una mayor igualdad iría acompañada necesariamente de una cuota de pantalla equitativa para todos los equipos en las retransmisiones y, por lo tanto, menos dinero para los actores principales.

Además, los motoristas son los que tienen mayor peso en las decisiones de la categoría. Y en gran medida, los menos interesados en la entrada de otro equipo como Andretti por el mismo motivo. El dinero controla este deporte, cuyos costes se han disparado sin control.

En el Campeonato Mundial de Resistencia, la categoría hypercars está creciendo año tras año. En 2024 habrá hasta 12 equipos con diferentes prototipos. Ferrari, Porsche, Toyota, Cadillac, Isotta Fraschini, Peugeot, BMW, Alpine y Lamborghini pondrán sus bólidos sobre el asfalto.

La variedad es lo que cuenta. Y por supuesto, ofrecer un espectáculo a la altura de lo que se espera de un mundial (a diferencia del WRC de rallys, por cierto). Y si ello implica reunir a todos los equipos y acordar medidas de balance de potencia, se hará.

Las escuderías lo tienen asumido y comprenden que es beneficioso. Hoy puede suponer un problema, pero quizá mañana en otro circuito que sea menos favorable para ti, te beneficie. En eso consiste la belleza de la resistencia, en luchar codo a codo. No en ver como Verstappen gana cada carrera a varios segundos de sus rivales. Eso es sencillamente humillante para el deporte.

Y aquí lanzo una pregunta: ¿Es la Fórmula 1 un deporte o un laboratorio de pruebas para empresas de ingeniería? Porque hasta donde yo sé, hablamos de una categoría de motorsport. Y para eso debe haber variedad de opciones y buenos resultados. Que Williams se arrastre por la pista cada fin de semana, quizá no da la mejor impresión.