Ventajas y desventajas de un coche turbo: ¿Valen la pena?

Motor 2JZ-GTE Toyota Supra

Los motores con turbocompresores están muy popularizados desde la década de 1990. ¿Cuáles son sus principales ventajas y desventajas?

Los motores de combustión han avanzado muchísimo en las últimas décadas y a la hora de comprar un coche e interesarse por su mecánica, surge una pregunta muy común: ¿Motores con turbo o sin turbo? Así que si quieres saber sus ventajas y desventajas, hablemos de ello.

¿Turbo o supercargador? ¿Cuál es mejor?

Está claro que este sistema es un avance importante, pero depende de en qué tipo de vehículos. Los coches deportivos son diferentes de los SUV y otro tipo de vehículos. Además, hay que tener en cuenta sus mantenimientos y costes. ¡Te explicamos!

Motores turboalimentados: más potentes y eficientes

Motor RB26DETT del Nissan Skyline GT-R (R34)

El turbocompresor es una tecnología que aprovecha los gases de escape mediante una turbina para comprimir el aire de entrada al motor desde la admisión y enfriando ese aire a través de un intercooler. Un mecanismo ingenioso que tiene muchos beneficios.

Al aumentar la compresión del aire, se necesita menos gasolina o diésel en la mezcla y al enfriarlo, la combustión del motor es más pura y se consigue mayor potencia, a la vez que reduce las emisiones contaminantes. Todo ello sin las desventajas de un supercargador, ya que al aprovechar los gases de escape del motor no se lastra el movimiento del cigüeñal como en ese sistema.

Es algo especialmente usado en deportivos y superdeportivos para ofrecer muchísima potencia, incluso en motores de pequeño tamaño. De hecho, son famosos coches clásicos como el Toyota Supra por la capacidad de su motor 2JZ para ser potenciado gracias a nuevos turbocompresores hasta cifras muy superiores de potencia.

Mayores mantenimientos, peso adicional y sistemas auxiliares

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¿Qué tienen de malo los turbos? Que usan aceite para lubricarse y, por tanto, hay mayor cantidad de este líquido en el vehículo. Hay que vigilar sus mantenimientos para que funcionen correctamente, porque si hay un fallo importante, pueden llegar a destrozar un motor por completo.

Sumar a la ecuación de un motor un turbocompresor, también añade nuevos manguitos de lubricación y refrigeración, sistema del intercooler (radiador más manguitos o tuberías)... Es decir, más componentes que en caso de un accidente pueden salir muy perjudicados. Incluso una piedra con mala suerte en el intercooler puede rajarlo y producir problemas.

Finalmente, en coches básicos o modelos como los SUV no suelen suponer ningún problema, pero mucha gente considera su entrega de potencia en coches deportivos muy brusca. Existe un retraso entre la aceleración y el funcionamiento de la turbina, conocido como turbolag. Y en ocasiones, ese cambio de estado ofrece muchísima potencia repentina. ¡Hay que ir con manos!