El viaje de 4.000 kilómetros por Marruecos con un Hyundai Terracan, un Jeep Grand Cherokee y el Volkswagen Touareg fue toda una odisea. Descubrir un país a través de sus caminos más remotos, montañas y desiertos en 14 días no es una operación fácil. Además de todoterrenos, son necesarios algunos conocimientos 4x4, de mecánica y utensilios variados.

4.000 kms por Marruecos en un VW Touareg, un Hyundai Terracan y un Jeep Grand Cherokee

Hoy os vengo a descubrir desde mi experiencia y la del grupo Cunda Squad qué es lo necesario para emprender un viaje offroad de estas características. Y siempre desde la recomendación de juntar, como mínimo, dos coches. Ir solo puede acabar en desastre, porque África no perdona...

¿Qué necesitas para que tu todoterreno pueda cruzar Marruecos?

Para empezar, más vale que tu todoterreno tenga baca, porque tendrás que llevar en ella varias cosas. Lo primero de todo, un neumático de repuesto (o dos), porque nunca se sabe dónde te puede sorprender un pinchazo. Y si van con llanta, todavía mejor.

También fue importante para nosotros los bidones de combustible. En el Volkswagen llegamos a llevar más de 70 litros de diésel y es algo indispensable, ya que hay regiones sin gasolineras en más de 400 kilómetros a la redonda, como en el Alto Atlas.

Para sujetar todo ello, necesitarás cinchas. Muchas de ellas, y de las buenas. Llevar la carga asegurada es obligatorio, porque las pistas y terrenos marroquíes son muy complicados y algo podría caerse o soltarse. Y también puedes aprovechar la baca (y otras zonas del coche) para instalar focos LED de alta potencia, que te vendrán genial por las noches.

Y si te atascas... ¿Qué podría ayudarte?

Atascarse en la arena o en alguna pendiente o cambio de terreno es algo que está asegurado en este país o entornos similares. Por ello, ir preparado es fundamental y los aficionados al Dakar y los rallys lo saben muy bien.

En nuestro caso, llevamos varias palas de muchos tamaños. Una grande, dos medianas y varias pequeñas. Porque podría llegar el momento en el que te toque cavar y mucho, como nos sucedió a nosotros cruzando el río de arena fesh-fesh.

Sin embargo, cavar no sirve de nada si no tienes algo que haga traccionar el coche. Las planchas solucionarán esto: unos dispositivos de goma o plástico que se colocan debajo de las ruedas y que tienen unos tacos que proporcionan tracción a los neumáticos. En nuestro caso, llevábamos un total de dos juegos de cuatro planchas para los tres coches.

Controlar las presiones será crucial en estos escenarios, así que otro elemento indispensable es un compresor de aire. Cuanto mejor sea, más rápido podrá hinchar las ruedas después de haber bajado las presiones, así que no dudes en llevar uno.

Y si eso no fuera suficiente (siempre hay que ponerse en lo peor): eslingas y ganchos. De buena calidad, porque una rotura puede destrozar alguna luna o incluso dejar herido a alguien. Y aun así, siempre cabe la posibilidad de que se rompan.

Por último, cabe remarcar que el Jeep aportó a la causa un gato de trinquete como los de rally. Un dispositivo fuerte que puede levantar un vehículo a más de un metro de altura y que es perfecto para cambiar ruedas de todoterrenos o nivelarlos en caso de haber sufrido algún percance.

¿Qué hay de la mecánica? ¿Es recomendable llevar herramientas o recambios?

Vamos a presuponer que los vehículos han recibido una exhaustiva revisión antes de un viaje así. De todas formas, siempre hay que ponerse en lo peor y la mecánica podría fallar en muchos puntos diferentes que hay que tener en cuenta.

Siempre es recomendable llevar un buen maletín de herramientas con carracas y llaves de todo tipo. Las llaves fijas también podrían venir bien e incluso un polímetro y soldador con cables, además de relés y fusibles varios. En nuestro caso, también llevamos un escáner de la centralita (ECU) de Carly OBD.

Cualquier herramienta que se te ocurra siempre es bienvenida en un viaje de este tipo, y también los recambios. Manguitos de refrigeración, aceite, anticongelante, líquido de dirección... Con el VW Touareg incluso llevamos un turbocompresor, por si acaso. Siempre manteniendo un balance óptimo del peso y repartiendo carga entre varios coches.

Sin duda, emprender una ruta de este tipo es algo reservado solo para valientes y preferiblemente, para gente con buenos conocimientos de mecánica y de conducción. Siempre es mejor prevenir que curar, y créeme que no querrás tener problemas entre Merzouga y Zagora a más de 200 kilómetros de la civilización y sin una sola carretera.