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Continuamos hablando de grandes berlinas olvidadas con un modelo francés de los años 90 que actualmente casi ha desaparecido de nuestras carreteras. Fue lanzado en 1989 y estuvo diez años a la venta, pero no logró ser un éxito. Hablamos del Peugeot 605.

A finales de los años 80, multitud de marcas generalistas estaban lanzando o ya comercializando berlinas de gran tamaño. Estaba el Renault 25, el Opel Omega y modelos como el Alfa Romeo 164 o el Ford Scorpio. Por ello, Peugeot también quiso sumarse a esta tendencia con un coche que pretendía repetir unos resultados como los del 505.

Para ello, concibieron sobre la misma base del Citroën XM un coche cuyos últimos retoques estéticos corrieron a cargo de Pininfarina. De esta forma, el diseño del Peugeot 605 se caracterizaba por unas líneas elegantes y poco recargadas, aunque quizás demasiado similares a las del 405 que habían lanzado dos años antes.

De hecho, ese parecido se extendía también al habitáculo, que seguía una disposición del salpicadero casi idéntica a la de la otra berlina de la marca del león. Aun así, había diferencias, ya que este modelo se caracterizaba por cuestiones como su amplio espacio, así como por unos acabados superiores -con materiales como madera- y un equipamiento completo.

Entre elementos de serie y opcionales, los propietarios podían contar con elevalunas eléctricos, climatizador, airbags, espejos eléctricos… Esto, junto a detalles como la posibilidad de contar con tapicerías de piel, formaba un conjunto de comodidades que no tenían nada que envidiar a las de modelos de marcas más premium.

Finalmente, en el apartado mecánico, también había una interesante variedad, con tres opciones diésel y cinco de gasolina entre sus años de comercialización. Entre los motores del Peugeot 605 del lado diésel, se ofrecieron bloques con potencias entre los 83 y los 129 CV, mientras que los de gasolina destacaban por unas mayores prestaciones.

Aquí, las potencias se situaban entre los 115 y los 200 CV, ya que el tope estaba formado por dos propulsores V6. El más prestacional era el 3.0 de 24 válvulas, que permitía al 605 pasar de 0 a 100 en 7,9 segundos y alcanzar 235 km/h de velocidad máxima. Sin embargo, a finales de los años 90 vio algo reducidas sus capacidades.

Por qué no triunfó el Peugeot 605

Entre 1989 y 1999 se vendieron unas 252.185 unidades de esta berlina francesa, lo que le coloca por debajo de rivales como el Renault Safrane -310.000 ejemplares entre 1992 y 2000- y el Citroën XM -333.000 ejemplares entre 1989 y 2000-. ¿Por qué tuvo esa acogida? Pudo deberse a varias razones

Por un lado, las primeras unidades del Peugeot 605 tuvieron algunos problemas en el sistema eléctrico, lo cual pudo afectar a su fama ante posibles compradores. Además, el hecho de que su estética no fuese demasiado distinta a la del más convencional 405 no ayudó, aunque a mediados de los 90 recibiera un leve restyling que le hizo parecer más moderno.

Junto a esto, no debemos dejar de pensar en la posición del público ante las berlinas grandes provenientes de marcas generalistas. Por lo general, los fabricantes premium han tenido siempre más popularidad en este segmento, en parte por el estatus asociado a ellos. Esto ha perjudicado a muchas otras grandes berlinas olvidadas y, en este caso, también.

¿Cuánto cuesta hoy este modelo?

Actualmente, encontrar un Peugeot 605 de segunda mano en España no es imposible, pero no hay demasiados ejemplares a la venta. Como hemos visto, no fue un coche especialmente popular y el paso de los años ha hecho que hoy en día sea un modelo casi extinto del tráfico del día a día.

Ahora bien, hay algunas unidades a la venta y su precio no es realmente elevado. Es posible encontrar algunos por unos 1.000 euros e incluso menos, mientras que aquellos con motores V6 suelen ser algo más costosos. Aun así, no es un coche caro, lo que puede ser una ventaja si quieres hacerte con uno.

Opinión: ¿Merece la pena comprarlo de segunda mano?

Como siempre, esta decisión depende de ti, pero es cierto que no estarás ante un desembolso mayúsculo si decides arriesgarte. Por supuesto, eso no quiere decir que haya que comprar sin pensar, ya que son coches que tienen sus años y, en muchas ocasiones, muchos kilómetros a sus espaldas.

Aun así, puede no ser una mala compra. Si te haces con un Peugeot 605 usado, puede que no vayas a conducir la berlina más llamativa o premium de los años 90, pero tendrás un coche interesante y poco común. Si lo que buscas es hacer grandes distancias con comodidad, esta puede ser una buena alternativa. Al fin y al cabo, esa fue una de sus grandes fortalezas.