¿Necesita BMW un superdeportivo como el Nazca M12?

BMW Nazca M12

Prototipos que han caído en el olvido, pero cuyos ideales siguen muy vivos

BMW no tiene ningún superdeportivo. Siendo sinceros, el BMW i8 no lo es. La idea estética parece acercarse al concepto, pero en cuanto a rendimiento, un BMW M4 Competition está por encima en todos los aspectos y por un precio notablemente inferior. Sin embargo, la marca alemana ya enseñó al mundo algo con lo que el futuro puede soñar: el BMW Nazca M12.

A decir verdad, fue un estudio de diseño conjunto con la compañía Italdesign del gran Giorgetto Giugiaro. Ya sabéis que los italianos llevan en la sangre el oficio de carroceros. Una visióin artística incomparable que ha llenado de grandes nombres a la industria, como Carrozzeria Bertone o Pininfarina.

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La historia de este bólido parece haberse perdido. Si bien, no ha caído de todo en el olvido y muchos amantes de la marca aún sueñan con un gran anuncio algún día. Para despedir a los motores de combustión interna por todo lo alto o para ilusionar al público con un coche eléctrico de verdad emocionante.

BMW Nazca M12 y el ADN de Bugatti

BMW Nazda M12

Giorgetto Giugiaro ha trabajado para muchas marcas a lo largo de su vida. Italdesign fue fundada en 1968 en Turín, y desde entonces ha vislumbrado al mundo con verdaderos iconos como el Lancia Delta, el Lotus Spirit, el Volkswagen Golf de primera generación o incluso el BMW M1.

Durante la década de los 90' y ante el resurgimiento de Bugatti, diseñaron el ID90 como un concept que haría renacer a la marca. Proyecto que no convenció a la marca y que se acabó desechando (afortunadamente) para dar paso al Bugatti EB110.

Sin embargo, su diseño era igualmente cautivador en sus líneas. No para un Bugatti, pero es una de esas creaciones que alberga algo. Solo había que darle unas vueltas, y de ello se encargó el hijo de Giorgetto.

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En el Salón del Automóvil de Ginebra de 1991 se presentó el BMW Nazca M12, la primera obra de Fabrizio Giugiaro. Un coche deportivo que tenía ciertas semejanzas con los bólidos que corrían en Le Mans por aquel entonces dentro del Grupo C.

Una carrocería estilizada, afilada. Con un coeficiente aerodinámico de solo 0,26 Cx, construida en fibra de carbono y con poco más de 1.100 kg de peso. Junto a ello, el motor V12 atmosférico de 5,0 litros y 300 CV derivado del BMW Serie 8.

Solo un año después se presentó el BMW Nazca C2, que involucró a Alpina en su desarrollo con un motor que aumentó su potencia hasta los 350 CV y con una reducción de peso de 100 kg gracias a la instalación, entre otros sistemas, de asientos de competición de fibra de carbono. Todo ello junto a una estética más depurada que incluyó un interesante alerón trasero y modificó las ópticas.

Finalmente, en 1993 se presentó la versión Spider durante el Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1, con diversas modificaciones de carrocería que permitían desmontar las ventanas laterales (que formaban también el techo) y que sustituyó el motor V12 por otra versión de 5,6 litros traída del novedoso BMW Serie 8 850 CSi E31 con 380 CV de fuerza y una caja de cambios manual de 6 velocidades.

Solo cuatro modelos construidos

BMW Nazda M12

Aunque el modelo parecía prometer mucho, BMW se echó para atrás con el objetivo de centrarse en el negocio que traía tradicionalmente con sus deportivos y de lujo, entre los que destacó el desarrollo durante esa década del nuevo BMW M3 E36, el BMW Serie 8 E31 y las demás berlinas de alta gama.

Únicamente se construyeron cuatro modelos de este BMW Nazca: dos M12 (incluyendo el primero para su presentación en Ginebra), un C2 y un C2 Spider. 

El segundo BMW Nazca M12 fue construido en un todo azul metalizado y subastado hace algunos años por casi 1 millón de euros tras traerlo de Asia a Europa, proveniente según diversas fuentes de la colección personal del Sultán de Brunei.

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Después de aquello, BMW no volvió a mostrar nada parecido hasta el BMW i8, pero aquel deportivo no causó demasiada sensación. ¿Es necesario que la marca tenga un superdeportivo de verdad? Desde luego no es descabellado, cuando Audi tiene en su gama al Audi R8 o Mercedes al AMG GT.

Sin embargo, las cosas ya van lo suficientemente bien en BMW y los planes para la electrificación de la marca ocupan la mayor parte de su agenda futura. Es improbable que se aventuren en algo así, pero nunca se sabe. La fe es lo último que se pierde...