¿Sabías que los prototipos de Porsche se destruyen tras su desarrollo?

Porsche 911 S/T

Porsche destruye todos los prototipos de desarrollo de cada nuevo vehículo que lanza al mercado. Y solo queda una pequeña parte de recuerdo...

Quizá este es uno de los secretos mejor guardados de Porsche con sus coches deportivos. Aunque tampoco es un secreto como tal. Más bien es una dolorosa realidad. Porque todos los prototipos de cada uno de sus nuevos modelos, por muy cercanos que estén a la versión de producción, son destruidos.

Prueba del Porsche 911 S/T: el arte de conducir como en la vieja escuela

En mi caso, lo he vivido en dos ocasiones. La primera con el Porsche 911 S/T de edición limitada y con el motor del 911 GT3 RS. Y la segunda, recientemente, con un modelo del que no puedo decir nada. Sin embargo, en mis habituales conversaciones con los ingenieros, indagué un poco más en lo que se siente al destruir estos coches.

Un prototipo de Porsche en perfectas condiciones va al desguace

Detalles en gris Turbonite específicos para los Porsche Turbo

La pregunta surgió hace meses durante la prueba del Porsche 911 S/T. Para la sesión de prensa nos reservaron unos seis coches. Todos ellos perfectos, sin ninguna fisura ni fallo. Podían ser perfectamente las primeras unidades de producción, salvo porque su placa de identificación rezaba 0000/1963.

"¿Y ahora que se hace con estos coches?" Pregunté extrañado en una cena con los responsables del proyecto. A lo que uno de los ingenieros respondió: "Son destruidos completamente. Solo uno se suele guardar para el museo. El resto, desaparecen". Me quedé desolado. Solo había conducido el bólido un par de días y la conexión era enorme. Diría que hasta de cariño.

Recientemente, coincidí en un prototipo con otro ingeniero. Florian me dio una larga vuelta mientras conversábamos sobre un nuevo modelo. Lleva trabajando en Porsche desde 2008 y el asunto de estos vehículos volvió a salir en la charla.

"Como sabes, todos los prototipos se destruyen. Al completo. Y llevamos un inventario de todas sus piezas, porque no podemos perder ninguna y que, por ejemplo, uno de estos volantes acabe en un modelo de producción", comentó.

Porsche 911 GT3 RS en Nürburgring

"Estos modelos de pre-producción no pueden homologarse. Ni el vehículo al completo ni sus componentes. Hay leyes y controles de calidad internos de por medio. Aunque en mi caso, suelo quedarme con algo de recuerdo. Lo único que salvamos son las insignias de Porsche", aseguró sonriente. Y me pareció realmente curioso.

"En serio. Las colocamos en un soporte, un expositor. Y debajo ponemos una placa con el número de bastidor de cada prototipo y el nombre del modelo. Al final, nos pasamos años con algunos. Trabajando en ellos cada día, conduciéndolos durante semanas de pruebas. Se les coge mucho cariño y me gusta quedarme con ese recuerdo. En casa, debo tener una treintena". 

¡Una treintena de insignias! Con los nombres de cada coche y sus números de identificación. Debe ser como una oda a toda una vida de trabajo. Un pequeño consuelo al mirar a la estantería y acordarse de aquellas máquinas que ya no están con nosotros, pero sirvieron para lanzar a la calle superdeportivos tan maravillosos como los que salen de Stuttgart y Weissach.