La primera década del Siglo XXI nos dejó algunos de los mejores coches deportivos de todos los tiempos. Hoy repaso los mejores deportivos del año 2000 al 2010, donde encontramos toda una serie de hiperdeportivos que cambiaron para siempre el rumbo de las altas prestaciones. El cambio de siglo provocó principalmente dos cosas: el boom de las altísimas prestaciones y la explosión de los SUV: aquí te dejo los 7 mejores SUV del año 2000 al 2010, par que refresques la memoria.

Si echamos un vistazo a la historia, los años 90 fueron algo flojos en cuanto a superdeportivos (quitando joyas como el McLaren F1 o el Ferrari F50, claro). El Siglo XXI fue la explosión de las altas prestaciones y los deportivos con un nivel de tecnología absolutamente disruptivos. El Bugatti Veyron fue sin duda el que marcó el ritmo, un auténtico terremoto cuya onda expansiva todavía ha llegado hasta nuestros días.

Bugatti Veyron

El Bugatti Veyron fue el resultado de un sueño. El sueño de Ferdinand Piëch, el sueño de una de las grandes dinastías de la historia del automóvil. El coche capaz de superar los 400 km/h de velocidad punta, con un interior lujoso y suntuoso y una aceleración propia de un transbordador espacial.

Este Bugatti fue un puñetazo por parte del Grupo Volkswagen, un puñetazo tecnológico. Demostrando que podía crear el mejor coche de la historia, aunque eso supusiera perder una fortuna por cada coche vendido. Su motor W16 Quad-Turbo sigue siendo algo extraordinario: con el Bugatti Chiron, su evolución, sigue siendo el hiperdeportivo más rápido y salvaje 15 años después. ¡Eso deja claro lo avanzada de su tecnología!

Ferrari Enzo

El Ferrari Enzo se presentó en 2002 y fue el homenaje de la firma de Maranello a su fundador, Enzo Ferrari. Tenía un objetivo imponente: sustituir al maravilloso Ferrari F50 y poner sobre la calle toda la tecnología derivada de la Fórmula 1. El resultado fue un Ferrari estéticamente rompedor, súper afilado y probablemente uno de los coches de calle más similares a un monoplaza de F1, al menos estéticamente.

Contaba con monocasco de carbono y materiales ligeros en su construcción, como la fibra de carbono y el aluminio: su peso era de solo 1.255 kilos. Su motor V12 atmosférico de 6 litros generaba 660 CV, por lo que la relación peso/potencia era de 565 CV por tonelada. ¡Una bestia!

Porsche Carrera GT

A comienzos de Siglo conocimos un tridente alucinante. El Ferrari Enzo, el Mercedes SLR y el Porsche Carrera GT. Eran lo mejor de lo mejor antes de la llegada del Bugatti Veyron, los hiperdeportivos del momento. Y lo mejor: cada uno tenía su propia personalidad. El Porsche Carrera GT era el más radical, algo sorprendente teniendo en cuenta lo que supuso su antecesor, el Porsche 959, más refinado y tecnológicamente avanzado.

En el Porsche Carrera GT, la firma alemana se dio un homenaje. Construyó un chasis súper ligero, le colocó un motor V10 de Le Mans, con el sonido más alucinante que se haya fabricado jamás en un coche de calle y le quitó todas las ayudas a la conducción. Es probablemente el coche deportivo más exigente de su tiempo y uno de los Porsche de calle más espectaculares, si no el que más.

Mercedes SLR McLaren

A comienzos del Siglo XXI, McLaren ya tenía claro que los coches de calle eran una posibilidad a tener muy en cuenta. Mercedes y McLaren eran socios en la Fórmula y decidieron llevar esa asociación a un nuevo nivel: ¡crear un súperdeportivo de calle! El Mercedes SLR se concibió como un súper GT de altas prestaciones. ¡Y eso es exactamente lo que consiguieron!

Su diseño sigue siendo uno de los más espectaculares de todos los tiempos: agresivo en su frontal pero elegante y proporcionado en su vista lateral. El interior era lujoso pero deportivo: esa doble personalidad era una constante. Su motor V8 con compresor generaba 626 CV y sus prestaciones eran de infarto: aceleraba de 0 a 100 en 3,8 segundos y alcanzaba los 334 km/h.

BMW M5 E60

Bajamos a la tierra para hablar de uno de los coches deportivos y prácticos más espectaculares de todos los tiempos. El BMW M5 E60 de segunda mano se ha convertido en un caramelito, pero cuando se presentó, allá por el año 2004, era una auténtica pasada. Y es que era la época de los grandes motores V10 y la firma bávara se sacó de la manga un motor absolutamente demencial.

Tecnológico, con sistema de distribución variable de alta presión, y una puesta a punto muy radical, el BMW M5 E60 es la berlina deportiva por antonomasia y personalmente, uno de los coches de estilo familiar más chulos de todos los tiempos. ¡Ese rollo discreto en su interior com una bomba bajo el capó me encanta!

Lamborghini Murciélago

El Lamborghini Murciélago fue la evolución de Lamborghini hacia el Siglo XXI, ya plenamente integrada dentro del Grupo Volkswagen. Los alemanes metieron mano en elementos como la tecnología o la calidad de materiales y fabricación: su muestra más clara fue el lanzamiento del Lamborghini Gallardo. Pero ojo, porque el Murciélago fue un coche deportivo clave entre el 2000 y el 2010.

Fue presentado en el año 2001 y lo hizo siendo el sustituto del mítico Lamborghini Diablo. Se puede considerar como la evolución entre la vieja y la nueva escuela en Lamborghini, con el maravilloso motor V12 atmosférico derivado del Diablo con ciertos elementos mejorados gracias al Grupo Volkswagen: era un coche que se disfrutaba al volante, no se sufría. ¡Mención especial merece el Lamborghini Murciélago SV! Un fin de fiesta demencial.

Koenigsegg CCR

Los comienzos del Siglo XXI fueron también muy intensos en lo que a coches deportivos artesanales se refiere. Dos nombres surgieron con mucha fuerza: Horacio Pagani y Christian von Koenigsegg. Dos propuestas bien diferentes. Pagani era un fabricante italiano obsesionado con los pequeños detalles y el lujo en la calidad. Koenigsegg era un loco de las altas prestaciones, obsesionado con la mejor ingeniería.

El Zonda se presentó en 1999, por lo que se salva por poco de esta lista, aunque sin duda es uno de los mejores coches deportivos entre el año 2000 y el 2010. El Koenigsegg CCR también debe estar en esta lista: un deportivo con el que Koenigsegg empezó a meter miedo en el cuerpo a sus rivales, una bestia con motor V8 de origen Ford modificado para superar los 800 CV: gracias a sus 1.180 kilos de peso, consiguió ser el coche más rápido del mundo en octubre de 2004, alcanzando los 395 km/h y superando el récord del McLaren F1. 

Un récord que poco después superó el Bugatti Veyron. Sin embargo, el CCR fue el coche con el que Koenigsegg alcanzó la fama y el éxito, cuyas diferentes evoluciones se colocaron siempre en la cúspide de la deportividad más extrema y de altas prestaciones.