¿Sabes cuál fue el coche más caro vendido en 2023?

Ferrari 330 LM 250 GTO

Este Ferrari se subastó por más de 50 millones de euros. Todo un récord para una pieza única entre los coches clásicos que duran hasta nuestros días.

Los récords en subastas que se han conseguido en 2023 han sido increíbles. Sin embargo, el trono fue para Ferrari, que ha vivido un año sensacional con otros triunfos como la victoria en el centenario de Le Mans. Y hablando de competición... Hablemos del coche más caro vendido en 2023.

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Se trató de un Ferrari 330 LM / 250 GTO de Scaglietti que fue subastado por RM Sotheby's en Nueva York. Un modelo realmente extraño y del que solo existe una unidad actualmente en todo el mundo. Alcanzó ni más ni menos que 51.705.000 dólares. Al cambio y con impuestos, más de 50 millones de euros.

¿Qué tiene de especial el Ferrari 330 LM / 250 GTO?

Ferrari 330 LM 250 GTO

A finales de 1961, Ferrari decidió desarrollar un sucesor para el 250 GT SWB. Una berlinetta que había arrasado en el Campeonato Mundial de Coches Deportivos de la FIA en los años anteriores, pero el organismo fundó el nuevo Campeonato Internacional de Fabricantes con el objetivo de que participasen marcas con modelos de producción GT.

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La plataforma del Ferrari 250 GT estaba bien asentada en la Scuderia después de 6 años y no iba a ser una excepción en 1962 pese a las limitaciones técnicas que ya acuciaba el modelo, por ejemplo, a nivel aerodinámico. Así que Enzo Ferrari encargó a Giotto Bizzarrini mejorar el bólido.

El estudio se realizó en el túnel de viento de la Universidad de Pisa y el Autodromo Naizonale di Monza. Allí se puso a punto también su motor Colombo V12 de 3,0 litros lubricado mediante cárter seco y con dos carburadores Weber de doble garganta. En total, 300 CV de potencia.

Si bien, el cambio fue mucho más profundo y llegó hasta el sistema de refrigeración, caja de cambios, transmisiones... Había que bajar el peso, mantener o incrementar la potencia y hacerlo menos resistente al aire. Y del diseño exterior se encargó ni más ni menos que Carrozzeria Scaglietti, una empresa con una importante relación (profesional y personal) con Il Commendatore.

Curiosamente, los Ferrari 250 GTO se confiaron principalmente a equipos privados, mientras que la Scuderia Ferrari corría principalmente con los Dino. Pero el primero era muy superior y llegaban victorias por doquier. La primera, en las 12 Horas de Sebring de 1962 con Phil Hill al volante.

La FIA decide aumentar el cubicaje de la categoría a 4,0 litros: ahí nace el Ferrari 330 LM sobre el chasis del 250 GTO

Como de costumbre, la FIA vuelve a hacer experimentos con sus reglamentos y a ella le siguen Le Mans, Nürburgring, Sebring o la Targa Florio. El ACO aumentó el cubicaje de los motores para la clase hasta los 4,0 litros con el objetivo de incentivar el desarrollo de prototipos. Algo que pilló a Ferrari con un vehículo muy inferior.

Ahí es cuando nace el 330 LM 250 GTO. Solo se construyó, según parece, una unidad con la base del motor Colombo V12 pero aumentado hasta casi 4.000 cc. Una labor artesanal y poco usual en la fábrica que está reflejada en la documentación original.

Su número de chasis es #3765 y fue el noveno de los 34 ejemplares construidos del Ferrati 250 GTO. Aunque se trata del único llevado a competición por Ferrari de forma oficial, con una victoria en los 1.000 kilómetros de Nürburgring de 1962 gracias a Mike Parkes y Willy Mairesse.

Para Le Mans, su motor de tres carburadores actualizado fue reemplazado por una versión mejorada con seis carburadores Weber 42 DCN y casi 400 CV de potencia. Un incremento notorio frente a la unidad original de 3,0 litros. También hubo retoques en la carrocería y finalmente, tras una problemática carrera, tuvo que retirarse.

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De Francia volvió a Italia y se instaló el tercer motor de su vida, que es el que sigue actualmente bajo el capó tras el desastre en Le Mans. Se volvió a realizar una revisión de su rendimiento y el propio John Surtees probó el vehículo en Módena. Más tarde, fue vendido a Ferdinando Latteri en Sicilia y en 1965 fue utilizado en las pruebas de la isla.

Targa Florio, la subida de Trieste-Opicina y otras pruebas donde consiguió buenos resultados y tres victorias generales. Pero a partir de 1966 cambió varias veces de manos y acabó siendo importado a Estados Unidos y en manos de Fred Leydorf en 1974, presidente de la FCA.

Ahora, el coche clásico volvió a cambiar de manos y destaca por ser el único Ferrari 250 GTO con un motor de 4,0 litros y carrocería 330 LM. Un pedazo de historia, más si cabe, de un automóvil único y el más laureado de su tiempo, con apenas una treintena de unidades.